El Gobierno de México rechazó este lunes la intervención de militares estadounidenses, como pidió el Congreso de ese país para combatir a los cárteles de la droga, situación que se agravó tras el secuestro de cuatro ciudadanos de la vecina nación.

En su conferencia de prensa matutina, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador calificó como una “invasión” la propuesta del exfiscal estadounidense William Barr y el congresista Dan Crenshaw de enviar elementos militares a otros países con la excusa de combatir narcotraficantes terroristas.

“Pero todavía peor que quieran usar la fuerza militar, para intervenir en la vida política de otro país”, expresó el gobernante mexicano.

Barr, quien fuera fiscal general de EE.UU. en la administración de Donald Trump (2017-2021), publicó un artículo en el periódico The Wall Street Journal, en el cual dijo que el actual Gobierno mexicano tolera a los grupos de narcotráfico.

López Obrador desestimó esas críticas y recordó que el Departamento de Estado de EE.UU. entregó en febrero pasado al Congreso su informe sobre terrorismo, en el cual recalcó la buena cooperación existente entre ambos Gobiernos.

El mandatario catalogó como «propaganda electoral» la intención de los congresistas estadounidenses del conservador Partido Republicano de designar como terroristas a los cárteles mexicanos del narcotráfico.

Dijo que esas pretensiones provienen de la manía de creerse el Gobierno del mundo y reiteró su rechazo al intervencionismo estadounidense debido a que México es un país independiente y soberano.

Esta situación se agravó desde el viernes pasado, cuando cuatro ciudadanos estadounidenses cruzaron la frontera en Brownsville, Texas, a la ciudad de Matamoros, en el estado de Tamaulipas, y fueron secuestrados presuntamente por un cártel de las drogas.

López Obrador confirmó la noticia y destacó que su gobierno, junto con el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, trabajan en forma conjunta para atender ese y otros hechos que han ocurrido en la entidad.