En 2022, nuestro país compró productos lácteos por un valor de 2,442 millones de dólares, un aumento anual de 37% y representa ya más de una cuarta parte de todas las exportaciones estadounidenses de este sector.
México se consolidó en 2022 como el primer destino de las exportaciones lácteas de Estados Unidos, de acuerdo con datos del Departamento de Agricultura estadounidense.
Desde esa dirección, México compró productos lácteos por un valor de 2,442 millones de dólares, un aumento anual de 37% y representa ya más de una cuarta parte de todas las exportaciones estadounidenses de este sector.
Con menos de la mitad de ese monto, Canadá se colocó como el segundo destino, con compras de 1,018 millones de dólares, seguida de China (801 millones), Corea del Sur (566 millones) y Filipinas (558 millones).
En los tiempos que corren, el sector lácteo ha adquirido mayor relevancia en las exportaciones de Estados Unidos, alcanzando un total de 9,500 millones de dólares en 2022, lo que supone un crecimiento a una tasa interanual de 25% y un récord.
Las exportaciones de productos lácteos estadounidenses han aumentado anualmente, reflejando una tasa de crecimiento promedio de 11% desde 2018.
Tras un año fuerte en 2021, las exportaciones de productos lácteos a México aumentaron en 2022, lideradas por las ventas de leche desnatada en polvo y queso. También Estados Unidos logró fuertes ventas en Asia Oriental y Sudoriental, donde las alzas interanuales de las exportaciones fueron de 40% a Indonesia, 39% a Japón, 34% a la República de Corea y 30% a Filipinas.
Mientras que la mayor parte de los envíos a la República de Corea consistieron en queso, las exportaciones a Filipinas fueron principalmente de leche desnatada en polvo.
Las exportaciones estadounidenses registraron notables aumentos en mercados consolidados como Canadá y China y en nuevos mercados de Sudamérica y Centroamérica, como Perú y Panamá.
De acuerdo con el USDA, la producción mundial de leche de los principales exportadores, como Nueva Zelanda y Australia, descendió notablemente, y la de la Unión Europea se mantuvo inesperadamente estable.