Lun. Nov 25th, 2024

Antonio Alejandro Mirabo pesa 220 kilos, sufre de obesidad mórbida. Hasta la madrugada de hoy estaba prófugo. Se escapó cuando gozaba del beneficio de la prisión domiciliaria en una propiedad de Mar de Tuyú, en el Partido de la Costa. Se dio a la fuga antes de enfrentar un juicio de extradición. Su pedido de captura internacional había sido ordenado por autoridades judiciales de Italia, país donde debe purgar 13 años de cárcel por delitos de hurto, robo agravado, violencia sexual, amenazas, secuestro y falsificación de documentos.

Mirabo, fue detenido por la División Investigación Federal de Fugitivos y Extradiciones del Departamento Interpol de la Policía Federal Argentina (PFA) en una propiedad de Ingeniero Budge, en Lomas de Zamora. Ahora está internado en el Hospital Rivadavia con consigna policial

Nadie se explica cómo, a pesar de sus problemas para movilizarse por su peso corporal, pudo irse de la casa de Mar del Tuyú donde cumplía la prisión domiciliaria. En el operativo para detenerlo participaron bomberos de la PFA que se encargaron de sacarlo de la propiedad donde estaba oculto.

El juicio de extradición está a cargo del juez federal de Dolores, Martín Bava, magistrado que la semana pasada citó a prestar declaración indagatoria al expresidente Mauricio Macri en la causa donde se investigan el supuesto espionaje a los familiares de las víctimas del hundimiento del ARA San Juan.“A Mirabo le dieron el beneficio de la prisión domiciliaria y se ordenó que se hiciera un control una vez por semana en su domicilio. Por su obesidad habrán pensado que no se iba a mover, pero después de la primera visita se dio a la fuga. Su ausencia fue advertida hace casi dos meses cuando se tenía que hacer una audiencia por el juicio de extradición”.

De Mar del Tuyú se habría ido con la asistencia de dos personas -en un caso que fue dado a conocer por Infobae- que, a cambio de dinero, colaboraban con él. Mirabo tiene 51 años y doble nacionalidad, argentina e italiana.

“Al sospechoso se llegó después de que determinara cuál era la línea telefónica que utilizaba y después de que, a partir de una comunicación, se activara una antena en la zona de Ingeniero Budge”, dijeron las fuentes consultadas.

Mirado, según fuentes de la PFA, había sido condenado a la pena de 30 años de cárcel y le restan cumplir 13. Había regresado a la Argentina el 18 de mayo de 2019. Ingresó en el país desde Uruguay por el paso fronterizo de Colón-Paysandú. Todavía Interpol no tenía la orden de captura internacional.

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