El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dio el tradicional grito de la independencia de México en la noche de este 15 de septiembre en medio de una multitud que coreó vivas y celebró un año más la festividad mexicana.
El tradicional grito de Dolores se da cada 16 de septiembre para conmemorar el inicio de la guerra de independencia de la colonia española en 1810. Como cada año, los mexicanos salieron a las plazas públicas para revivir lo que, según cuenta la historia, ocurrió en la madrugada del 16 de septiembre cuando el cura Miguel Hidalgo y Costilla llamó a los feligreses a levantarse en armas.
AMLO, como popularmente se le conoce a López Obrador, apareció minutos antes de la media noche de este jueves 15 en el balcón del Palacio Nacional y dio vivas a personajes de la independencia, pero esta vez añadió algunas arengas a este grito: «¡Muera la corrupción, muera el clasismo, muera el racismo!», dijo el mandatario, mientras miles de mexicanos celebraban en el Zócalo, la principal plaza pública de Ciudad de México.
Este año, el grito ocurrió ante un Zócalo repleto de asistentes, lo que no había sido posible en los dos años anteriores debido a la pandemia de covid-19.
Entre tanto, el canciller de México, Marcelo Ebrard, publicó un video en sus redes sociales almorzando con los expresidentes José Mujica, de Uruguay, y Evo Morales, de Bolivia. Los expresidentes fueron invitados especiales a la ceremonia del Grito de Independencia de México. El encuentro entre Ebrard, Mujica y Morales se dio en el tradicional bar y comedor La Ópera, que durante años ha visto visitantes ilustres como exmandatarios y escritores.
El tradicional grito de Dolores es simbólico, dicen historiadores, pues animó a miles de personas a rebelarse contra la clase dominante con la imagen de la Virgen de Guadalupe, primer estandarte de la lucha por la independencia.
Aunque la insurgencia se derrumbó en cuestión de meses después de que apresaron y fusilaron a Hidalgo colgando su cabeza en las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas, se habían plantado las semillas de la revolución.
La causa fue retomada por otro sacerdote, José María Morelos y Pavón, quien hizo una declaración formal de independencia en 1813 en el Congreso de Chilpancingo. Sin embargo, dos años más tarde, él también fue capturado y asesinado, y el movimiento que dirigía se disipó.
Once años después, en 1821, el ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, entró triunfal a la Ciudad de México y el país firma el Acta de Independencia. España no reconoció la Independencia de México hasta 15 años después.