Fracaso en el manejo de pandemia
- Protestas por medidas sanitarias impuestas para evitar nuevos contagios
Los manifestantes portaron carteles caseros con lemas como “Corona, falsa alarma”, “Nos obligan a llevar un bozal” y “Defensa natural en lugar de vacunación”. Algunos corearon “Estamos aquí y somos ruidosos porque nos están robando nuestra libertad”.
Jerusalén.- Miles de israelíes se manifestaron contra el primer ministro Benjamin Netanyahu por su manejo de la crisis del coronavirus y presuntos actos de corrupción. En puentes, los manifestantes colgaron pancartas donde lo acusaron de haber fracasado con su gestión de la pandemia.
Una de las acciones importantes tuvo lugar delante de la residencia oficial del primer ministro, en Jerusalén, donde se concentraron miles de personass que exigieron su dimisión.
También hubo protestas delante del domicilio privado del dirigente nacionalista y conservador en la localidad costera de Cesarea (oeste).
Los manifestantes, la mayoría de ellos equipados con mascarillas, acusaron a Netanyahu de no haber logrado contener la pandemia y la crisis económica provocada por el confinamiento.
También denunciaron los casos de corrupción de un dirigente acusado desde noviembre de 2019 de corrupción, fraude y abuso de confianza en tres casos distintos.
“Intentan desesperadamente intoxicar a la gente para hacer caer a un primer ministro de derechas fuerte”, criticó el Likud (partido de Netanyahu) en un mensaje en Twitter retuiteado por el primer ministro que acusa a las cadenas de televisión de “hacer propaganda de unos manifestantes izquierdistas y anarquistas”. Israel sufre una segunda ola de contagios y los niveles de paro ya superan el 20 por ciento, mientras que en febrero eran solo del 3.4 por ciento.
Después de que el gobierno israelí presumiera en un principio de haber logrado controlar la pandemia, con un número limitado de enfermos, los contagios se multiplicaron con el desconfinamiento y esto forzó a las autoridades a introducir nuevas restricciones.
Aunque Netanyahu ha intentado minimizar las protestas, las movilizaciones que se efectúan dos veces a la semana no muestran señales de aminorar.
Las manifestaciones contra el primer ministro son las más multitudinarias registradas en Israel desde las de 2011 contra los altos costos de la vida.
Netanyahu ha descrito a las manifestantes como “izquierdistas” y “anarquistas”. El sábado en la noche, el Partido Likud de Netanyahu acusó a las dos televisoras privadas israelíes de hacer “publicidad gratuita e ilimitada” a los manifestantes y de exagerar la importancia de las movilizaciones.
Aunque las protestas han sido principalmente pacíficas, han surgido señales de violencia en fechas recientes.
Algunos inconformes han chocado con la policía, a la que acusan de hacer uso excesivo de la fuerza mientras reducidos números de simpatizantes de Netanyahu afiliados a un grupo de extrema derecha ha agredido a los manifestantes. Netanyahu afirma que los manifestantes están incitando la violencia contra él.
Miles salen a las calles de Berlín en
protesta por las restricciones sanitarias
Otros miles de ciudadanos, contrarios a las restricciones impuestas para combatir la pandemia del coronavirus, se congregaron el fin de semana en Berlín, en una marcha llamada “El fin de la pandemía: El día de la libertad”. El acto coincide con una creciente preocupación por el aumento de los contagios en Alemania.
Los asistentes silbaron y aplaudieron, con pocas mascarillas a la vista, durante la marcha que partió de la Puerta de Brandenburgo por un amplio bulevar que atraviesa el parque Tiergarten, en el centro de la capital alemana. Los manifestantes portaron carteles caseros con lemas como “Corona, falsa alarma”, “Nos obligan a llevar un bozal” y “Defensa natural en lugar de vacunación”. Algunos corearon “Estamos aquí y somos ruidosos porque nos están robando nuestra libertad”.
Las protestas contra las restricciones han atraído a una amplia variedad de gente, incluyendo algunos conspiracionistas y populistas de extrema derecha. En el acto del sábado participaron personas llegadas desde todo el país.La gestión que ha hecho Alemania de la pandemia ha sido considerada ampliamente como un éxito relativo, con una tasa de fallecidos más baja que la de otras naciones. El país comenzó a aliviar la cuarentena a finales de abril, pero mantiene las normas de distanciamiento social, además de la obligatoriedad de llevar mascarilla en el transporte público y en tiendas.
Los contagios aumentaron en las últimas semanas y las autoridades pidieron a la población que no se confíe.