Ayer sábado 25 de marzo, se reportó la muerte de una joven de 23 años de edad, quien falleció a causa de las lesiones que le provocaron dos perros grandes de raza pitbull, al interior de su vivienda ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México. Hasta el lugar acudieron elementos de policía de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), así como de la Brigada de Vigilancia Animal (BVA).

Hasta el lugar de los hechos acudieron elementos de la policía que realizaban sus rondas de patrullaje y vigilancia, quienes tras recibir un reporte de emergencia emitió por personal del Centro de Comando y Control (C2) Poniente, se dirigieron al domicilio ubicado en la calle Prolongación Porfirio Díaz, de la colonia Pueblo Santa Fe.

Al llegar a la vivienda, los oficiales encontraron a una mujer, que fue agredida por dos perros de su propiedad, quienes la mordieron en reiteradas ocasiones, hasta causarle la muerte.

En el lugar, los oficiales entrevistaron a una mujer y un hombre, quienes habitan el mismo domicilio, y quienes les comentaron que primero escucharon los ladridos de los dos perros, pero que al aproximarse al tercer piso, donde vivía la mujer, la encontraron siendo atacada por sus dos perros.

Los policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana solicitaron el apoyo de una unidad médica, así como la atención especializada del personal de Brigada de Vigilancia Animal, quienes acudieron al lugar para hacerse cargo de los dos canes.

La mujer de 23 años de edad fue atendida por los paramédicos del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM), quienes diagnosticaron sin signos vitales a la mujer, producto de las diversas lesiones que tenían en el cuerpo, causadas por las mordeduras de sus perros. Por lo cual se dio parte al agente del Ministerio Público.

Mientras tanto, los elementos de la Brigada de Vigilancia Animal, procedieron a contener a los dos perros machos talla grande de la raza pitbull, como medida de precaución. Asimismo, en apego a los protocolos de actuación, trasladaron a los caninos ante el Ministerio Público correspondiente, el cual instruyó que los perros fueran entregados a un centro veterinario de la Secretaría de Salud con la finalidad de que permanezcan bajo observación sanitaria.