El defensa mexicano Julián Araujo se estrenó con el Barcelona en el partido de cierre de temporada, en Tokio y frente al Vissel Kobe de Andrés Iniesta al que derrotó por 0-2.

El equipo azulgrana, que a los 20 minutos ya dominaba por ese guarismo, se impuso en un amistoso muy cómodo en el que destacó la prestancia del joven Pablo Torre (asistió en los dos goles), el debut de los juveniles Pau Prim y Daniel Rodríguez y la recolocación de Frenkie de Jong como central, al lado de Eric García.

El encuentro sirvió como homenaje a Iniesta, quien fue sustituido en la recta final entre los aplausos de la hinchada, que prácticamente llenó el estadio Olímpico de Tokio a pesar de la lluvia.

Con el dorsal 2 a la espalda, el internacional mexicano, fichado por el Barça en febrero y que no pudo ser inscrito, debutó como titular en el puesto de lateral derecho y tras el descanso, con el carrusel de cambios decididos por Xavi Hernández, pasó al lateral zurdo, situándose en su lugar inicial el juvenil Hector Fort, que entró sustituyendo a Marcos Alonso.

Firme aunque algo nervioso en defensa, ocupado en vigilar las subidas de Daiju Sasaki por su banda en el primer tiempo y más libre en el segundo al cambiar de lado, Araujo se mostró más resuelto en ataque, incorporándose con determinación y sumándose a la presión cuando el Barça avanzó líneas, y salvando una clara ocasión de gol a los 71 minutos, cubriendo la sorprendente subida de Stefan Mugosa tras un error de marcaje de Eric García.

Fue, junto al propio Eric y Pau Prim, el único futbolista del Barça que completó los 90 minutos del amistoso, en el que no participaron Marc-André ter Stegen, Andreas Christensen, Ousmane Dembélé y Sergi Roberto, en el estreno, a la espera de formar parte de la expedición que viajará a Estados Unidos durante la pretemporada y en la que se decidirá por parte de Xavi Hernández si se queda en la primera plantilla, juega en el filial o es cedido.

El choque, más allá del debut de Araujo, tuvo en Pablo Torre al protagonista. El joven volante cántabro asistió, magnífico, a Franck Kessié en el 0-1 anotado a los 16 minutos y lanzó el tiro de esquina, dos después, que Eric remató a la red, destacándose como el mejor jugador del Barça durante la hora que permaneció en el césped.