En tan sólo un año, México dio un salto importante para afianzar su posición como el principal proveedor de autopartes a Estados Unidos. De enero a mayo, elevó en 3.44 puntos porcentuales su participación de mercado en las importaciones estadounidenses, mostrando que la industria de partes y componentes mexicana es la que más crece, mientras sus competidores como China y Japón pierden terreno, en 1.51 y 1.36 puntos, respectivamente.

De acuerdo con la Industria Nacional de Autopartes (INA), México logró captar el 42.72% del mercado estadounidense como proveedor de partes y componentes de la industria automotriz durante los primeros cinco meses del 2023, mientras que en igual período del 2022 poseía una cuota de 39.28 por ciento. Esto refleja, según la INA, el mayor repunte de los últimos 15 años.

Armando Cortés, director general del organismo, destacó que México se ha consolidado no sólo como el principal proveedor de partes y componentes de Estados Unidos, sino como el país que más crece con respecto al resto de los competidores que importan al vecino del norte.

“Ahora México vende cuatro veces más que Canadá y 7 veces más que Corea del sur”, expuso.

Solo para poner en perspectiva, en el 2007, la industria mexicana tenía una participación de 29.82% de las compras de la industria automotriz estadounidense. En el acumulado de enero a mayo de este año, el segundo sitio de suministro a ese mercado lo ocupa Canadá con el 10.83%; le sigue China (7.65%); Japón (6.86%); Corea del Sur (6.18%); y Alemania (5.95%), reveló la INA.

De enero a mayo, la industria de autopartes mexicana exportó productos por un valor de 36,990 millones de dólares a Estados Unidos, de un valor total por 42,328 millones de dólares vendidos al mundo, ello representa que el 87% de las partes y componentes al país vendidas por el país se dirigen al vecino del norte.

La modificación de las reglas de origen para incrementar el valor en el contenido regional (VCR) de la industria automotriz, con el objetivo a elevar la competitividad de Norteamérica, vía el T-MEC, ha llevado a México a consolidar su papel de principal proveedor de autopartes a Estados Unidos en los últimos meses.

El VCR vigente en el anterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) era de 62.5% y para el Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) se acordó elevarlo de forma gradual hasta 75% para partes esenciales, esto es, motor, chasis y carrocería, eje, suspensión, sistema de dirección y batería.

El T-MEC entró en vigor el 01 de julio del 2020 con un VCR de 66%, que se elevó a 69% el 2021. El cumplimiento de la tasa de 75% es obligatorio a partir del 01 de julio del 2023.

Este año, México y Canadá ganaron a Estados Unidos una controversia originada por la intención de este país de endurecer el cálculo del VCR.

A principios de enero, un panel trinacional resolvió que es válido considerar totalmente originarias de Norteamérica las partes esenciales de los vehículos automotores que hayan cumplido con la regla de origen de 75% que marca el tratado, a lo que Washington se oponía.

Nueva marca en el 2023

En este sentido, Armando Cortés adelantó que la industria de autopartes encamina a cerrar el 2023 con récord en la producción y exportación, pues tan sólo en mayo registró 10,475 millones de dólares de factoraje, que es el dato más alto en toda la historia de la industria.

A decir del director de la INA, la industria seguirá incrementando su participación en el mercado estadounidense como proveedor de la industria automotriz, ya que se encuentra inmerso en la transición de la electromovilidad y el nearshoring, el cual se consolidará en 2024 y 2025.

La fabricación directa de vehículos y sus componentes en Estados Unidos experimentó un incremento de 9.3% hasta abril pasado, lo ha detonado la demanda de piezas desde México.

Armando Cortés comentó que actualmente, un vehículo se ha convertido en una computadora con ruedas, que requiere gran cantidad de semiconductores y sensores, lo cual vuelve importante al país para localizar en México a proveedores de circuitos impresos, que implica la fabricación de semiconductores, “esto nos va a ayudar no solo con los vehículos actuales sino con los vehículos eléctricos y autónomos”.