En el marco del Marco Bicentenario firmado por las administraciones de México y Estados Unidos, el gobierno de ese país graduó a 252 policías mexicanos a quienes capacitó en materia de seguridad, atención a víctimas de violencia de género y asuntos internos como el combate a la corrupción.

“A través de estas alianzas profundizamos nuestra colaboración con México en beneficio de la seguridad y tranquilidad de las familias. Este esfuerzo refleja el compromiso de nuestros gobiernos para trabajar juntos como socios en nuestra seguridad compartida”, dijo el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, en un videomensaje transmitido en la ceremonia.

Los policías mexicanos fueron capacitados por sus homólogos de la Oficina de Asuntos Antinarcóticos y de Aplicación de la Ley (INL, por sus siglas en inglés) y la Policía de Miami, entre el 22 y 23 de agosto pasados, por lo que a partir de ahora serán ellos los encargados de instruir a sus compañeros.

El objetivo del Programa, explicó el embajador Salazar, es ayudar a las policías locales y estatales a sentirse más seguros en su actuar para que a su vez puedan proteger de mejor manera a la población en general.

“Ayudarán ustedes a que las mujeres puedan sentirse más seguras y protegidas, en especial si fueron víctimas de un tipo de violencia o abuso. También estarán más preparados para enfrentar y prevenir delitos como la trata de personas, la violencia doméstica o el abuso de menores. Además, ayudarán a fortalecer sus instituciones y combatir a la corrupción”, expuso.

En el Programa de Capacitación a Formadores impulsado por las autoridades estadounidenses participaron corporaciones de 28 estados del país y de ocho municipios, siendo sólo Oaxaca, Hidalgo y Guerrero las entidades sin agentes instruidos.

Sobre este ejercicio, Iván Marcelino Camacho López, representante del Programa de Prevención y policía de proximidad de Mexicali, Baja California, lo destacó como oportuno, pues desde su punto de vista la justicia por propia mano y el actuar autoritario de las autoridades no son la solución para combatir la inseguridad en el país.