Los ataques contra narcos se harían incluso sin permiso del gobierno mexicano
Donald Trump pidió a su equipo político diseñar un “plan de batalla” para llevar la ‘guerra’ contra los cárteles de las drogas a territorio mexicano y ha encontrado eco entre políticos republicanos partidarios del uso de la fuerza para contrarrestar la amenaza del tráfico de fentanilo que mata a más de 70 mil estadounidenses al año.
Una fuente cercana al expresidente dijo a la revista Rolling Stone que conforme lleva a cabo su tercera campaña presidencial, Trump ha insistido en que le presenten “planes de batalla” para confrontar a los cárteles en caso de que sea elegido por los votantes en las elecciones de noviembre de 2024.
“Los lugartenientes de Trump le han informado sobre varias opciones que incluyen ataques militares unilaterales y emplazamientos de tropas de su socio y vecino soberano de Estados Unidos, dicen las fuentes”, indicó la publicación. Una de esas propuestas es un estudio de octubre pasado del Center for Renewing America, un grupo de expertos cada vez más influyente, integrado en gran parte por expertos trumpistas, leales a MAGA (Make America Great Again) y veteranos de su administración.
El estudio plantea llevar a cabo operaciones militares específicas para destruir los cárteles y reclutar al gobierno de México en operaciones conjuntas para atacar la infraestructura de la red de las organizaciones crimnales, incluidos los grupos afiliados y facilitadores, pero incluso podían ser llevadas a cabo sin consentimiento del gobierno mexicano, que se ha manifestado en contra de cualquier uso de una fuerza militar foránea en su territorio.
De acuerdo con ese análisis, la misión de una eventual acción armada en territorio mexicano es desmantelar las redes de cárteles con toda la fuerza militar de la manera más rápida posible, con el uso de todo el arsenal militar de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, incluidas la Fuerza Aérea, la Guardia Costera, la Marina y el Ejército.
El miércoles, el senador Lindsey Graham y varios republicanos presentaron en el Senado la propuesta para designar a una decena de cárteles mexicanos como organizaciones terroristas extranjeras (FTO). Bajo esa propuesta, Cártel de Sinaloa, Cártel Jalisco Nueva Generación, Cártel del Golfo, Los Zetas, Cártel del Noreste, Cártel de Juárez, Cártel de Tijuana, Cártel de los Beltrán-Leyva y La Familia Michoacana (Caballeros Templarios) serían elegibles para la congelación de sus activos y el bloqueo de sus cómplices para entrar a Estados Unidos.
Pero el plan de Trump de utilizar fuerza militar contra los cárteles mexicanos es una extensión de propuestas de otros republicanos tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado para autorizar el uso de la fuerza, en momentos que el tráfico de fentanilo se encuentra en el primer nivel de atención en la opinión pública.
Aunque la posibilidad de que esas propuestas lleguen a convertirse en ley son remotas, toda vez que los demócratas controlan el Senado y el presidente Joe Biden tiene el poder de veto, el tema ha dominado en la agenda política nacional, en especial recientemente durante las comparecencias legislativas de funcionarios de alto nivel. Lindsey Graham declaró a Rolling Stone que su inclinación principal sería buscar la cooperación de México en la lucha contra los cárteles, antes que algún tipo de intervención militar, aunque no lo descartaría como una solución, si fracasan las otras opciones.