Las redes de Quinta Generación (5G) serán la tecnología móvil de más rápida adopción en la historia, y parte de ese impulso proviene de la crisis sanitaria que obligó a las personas y empresas a tener una conectividad confiable y robusta, a pesar de su gran potencial su despliegue en México todavía no es claro.
De acuerdo con la vigésima edición del Ericsson Mobility Report, se prevé que las redes 5G tengan tres mil 500 millones de suscripciones y una cobertura de 60% de la población mundial para finales de 2026.
En gran medida porque países de Norteamérica, del Noreste de Asia y de Europa Occidental ya están implementando y desplegando las redes de la mano de diversos proveedores.
La situación en la región latinoamericana es muy diferente, ya que sólo Brasil y Colombia han lanzado servicios 5G, y otros como México apenas están invirtiendo en el próximo despliegue de éstos.
Esto último porque, con base en un reporte de The Competitive Intelligence Unit, existen varias barreras para que los operadores de telecomunicaciones en México adopten esta tecnología.
Por ejemplo, existe un elevado costo de adjudicación y aprovechamiento del espectro radioeléctrico, lo que ha provocado que algunas operadoras devuelvan frecuencias y se desincentive la participación en procesos licitatorios.
Datos del IFT revelan que el valor del espectro en el país registra un sobreprecio de hasta 85%, en comparación al promedio de otros países.