México celebró la aprobación este viernes de la más importante ley de control de armas en Estados Unidos en décadas y anticipó que favorecerá una demanda judicial que presentó contra grandes fabricantes de ese país.
«Nos va a ayudar muchísimo para reducir el tráfico ilícito de armas a nuestro país, que hoy en día es enorme, y también nos va a favorecer en el argumento que presentamos ante la Corte en Massachusetts en contra de quienes fabrican armas y son negligentes», dijo el canciller.
Con la nueva legislación, el Congreso de Estados Unidos quebró un estancamiento de tres décadas en la regulación de las armas de fuego, un tema de referencia tanto para conservadores como liberales en tiempos en que los tiroteos masivos son moneda corriente en ese país.
La demanda mexicana contra ocho importantes productores estadounidenses de armas, presentada en agosto del año pasado, acusa a esas empresas de realizar un comercio descuidado que facilita su tráfico ilegal hacia los cárteles del narcotráfico mexicanos.
Ebrard informó que la nueva legislación estadounidense establece como delito federal el tráfico ilícito de armas hacia otros países, tema que afecta de lleno a México que comparte más de 3,000 kms de frontera con Estados Unidos, explicó.
«Significa que a partir de la entrada en vigor de esta ley que aprobaron, se va a poder fincar este delito a aquellas personas o empresas que participen de cualquier forma en el tráfico ilícito, como ya lo señalé, hacia nuestro país», agregó el canciller mexicano.
«A menor disponibilidad de armas, vamos a tener también menor violencia. Es una buena noticia», subrayó Ebrard.
La demanda, inédita en la historia de estos países vecinos, ha sido apoyada como amicus curiae (amigos de la corte) por 26 fiscales de distrito estadounidenses, además de Belice y Barbuda, y otros catorce estados federales.
Los fabricantes de armas demandados son Smith & Wesson, Barrett Firearms, Beretta, Century International, Colt’s Manufacturing, Glock Inc, Witmer Public Safety Group y Sturm, Ruger & Co.
La cancillería mexicana estima que anualmente entran ilegalmente a su territorio desde Estados Unidos más de medio millón de armas.