Mié. Nov 27th, 2024

Este 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, USO alerta acerca de su incremento en toda Europa

USO denuncia el estigma que existe sobre las personas en situación de pobreza, cuyo perfil ha variado mucho en los últimos años con un incremento de personas pobres con empleo y de personas pobres con estudios medios y/o universitarios.

La pobreza en Europa a través del indicador AROPE

Anualmente, la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social (EAPN) elabora un informe en el que recaba los datos actualizados sobre la situación de estas personas. En su último informe revela un incremento de la pobreza a raíz de la pandemia y la actual crisis energética.

Tras la crisis económica y financiera de 2008, el número de personas en situación de pobreza o exclusión social (AROPE) se disparó a 123 millones en 2012 (24,7 % de la población). Lo que supone un aumento de 6,4 millones en comparación con 2008.

Desde entonces, la tasa AROPE ha empezado a descender, pero volvió a aumentar durante la Covid-19, sin que se vislumbre un horizonte de situación postpandémica. Un reciente informe de informe de EUROSTAT indica que en 2020 aumentó el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión hasta un total de 96,5 millones de personas, el 21,9 % de la población europea. Si se compara con 2019 (95,6 millones), este número ha aumentado en aproximadamente 1 millón de personas.

La última publicación de EUROSTAT también revela que 75,3 millones de individuos estaban afectados por la pobreza monetaria en 2020, con el indicador AROPE estimado en el 17,1 % en 2020. Además, había 27,6 millones de personas que sufrían una grave privación material y social, y 27,1 millones de individuos de la población de la UE que viven en hogares con una intensidad de trabajo muy baja. No todos los grupos corren el mismo riesgo. La propuesta de informe conjunto sobre el empleo 2022 destaca que las familias con niños, las personas con discapacidad y los inmigrantes se enfrentan al mayor riesgo de pobreza y se vieron afectados de forma desproporcionada por la pandemia. En 2019, 19,6 millones de niños se enfrentaron a un riesgo de pobreza del 24,2 %.

Aumento de la pobreza laboral y del sinhogarismo en Europa

Las tendencias del informe señalan que, en algunos países, el crecimiento económico no está mejorando esta situación. El desempleo estaba en descenso hasta la pandemia, pero aumentó un 7,2 % en 2020 (desde el 6,8 % en 2019). Sin embargo, los últimos datos mensuales de Eurostat muestran que la tasa de desempleo ha disminuido al 6,4 % en la UE en diciembre de 2021. No obstante, observamos que esta estadística incluye las medidas de protección del empleo puestas en marcha por la mayoría de los países frente al impacto de la pandemia. En general, el desempleo empeoró en 2020 en la mayoría de los Estados miembros de la UE, y para países como España, Grecia e Italia, o que se han visto especialmente afectados por la pandemia y los desastres naturales, la tasa de desempleo es significativamente mayor.

Sin embargo, un empleo ya no es un camino seguro para salir de la pobreza. La tasa de pobreza laboral sigue siendo elevada (9 % en 2019), y sólo ligeramente por debajo de la cifra de 2008 (9,3 %).

Los costes de la vivienda siguen siendo un factor importante que agrava la pobreza de los hogares con bajos ingresos. En 2019, casi 1 de cada 10 hogares (9,4 %) se enfrentó a una sobrecarga de costes de vivienda (gastando el 40 % o más de su renta familiar disponible). Pero si consideramos la población en riesgo de pobreza, la tasa de sobrecarga del coste de la vivienda en 2020 fue significativamente mayor (37,8 %), con importantes disparidades entre los Estados miembros. Por ejemplo, en Grecia, el 82,5 % de la población en riesgo de pobreza estaba sobrecargada por los costes de la vivienda.

Mientras tanto, según el ICE 2021, el número de personas sin hogar está aumentando en toda la UE en todos los países y es especialmente alto entre las mujeres, aunque no hay datos comparables de la UE. En algunos países, el número de personas sin hogar ha aumentado entre las mujeres (más del doble en Suecia); entre los jóvenes (se triplicó en los Países Bajos de 2009 a 2018); los nacionales de terceros países (en Barcelona, España); los refugiados y los solicitantes de asilo (especialmente los niños en Alemania) y los niños (más de la mitad de los menores no acompañados en Grecia).

Al igual que el año pasado, la media de la UE sobre la pobreza también oculta una brecha bastante grande entre las tasas de pobreza de los distintos países de Europa. Según el Cuadro de Indicadores Sociales basado en los datos del SILC de la UE de 2020, los Estados miembros con mejores resultados son Chequia, Eslovaquia y Eslovenia, mientras que Bulgaria, Grecia, Rumanía y España se consideran en “situación crítica”. Lituania y Alemania se consideran “a vigilar”, mientras que la de Letonia se considera “débil pero mejorando”.

La pobreza en España: cambia el perfil de los pobres

En España, el informe de EAPN recoge que las medidas de contención se han mostrado eficaces a la hora de paliar buena parte de las consecuencias de la crisis. Las estimaciones realizadas durante 2020 mostraban que la tasa de pobreza relativa podía pasar del 20,7 % de 2019 al 22,9 %. Esto supondría un millón de personas más por debajo del umbral de pobreza. Ahora, con datos oficiales, se puede afirmar que la pobreza aumentó en unas 380.000 personas en términos absolutos.

Sin embargo, tampoco se debe hacer un análisis triunfalista. Grandes medidas como los ERTE no alcanzaron a toda la población, pues no llegaron a quienes tenían contrataciones con irregularidades o modos de supervivencia característicos de la economía sumergida (una situación muy presente en el sector servicios).

En 2021, un total de 13,1 millones de personas, es decir, el 27,8 % de la población española, estaba en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Esto representa un aumento de casi un punto porcentual con respecto al año pasado y supone la continuación de la tendencia ascendente en el año anterior.

Con respecto a 2015, año designado para la evaluación de la Agenda 2030 y sus Objetivos de Desarrollo Sostenible, el indicador AROPE se ha reducido 0,9 puntos porcentuales. Para cumplirlo, es necesario reducir la tasa hasta el 14,3 % (la mitad del 28,6 % registrado en 2015) en los 15 años de duración de la agenda. Como reflejan los datos recogidos por el informe, se ha llevado a cabo menos de la mitad de lo necesario para cumplir el objetivo de pobreza.

Cabe destacar el hecho de tener hijos como un importante factor de riesgo de pobreza y/o exclusión, algo que ya se viene registrando desde hace tiempo en los datos. Todos los hogares en los que viven niños, niñas y adolescentes tiene tasas más altas en los principales indicadores que en aquellos donde hay adultos solamente. Hay que subrayar especialmente la debilidad de los hogares monoparentales: el 54,3 % en riesgo de pobreza.

Por otro lado, el informe muestra una España dividida en dos mitades, en la que las regiones del norte tienen tasas bajas en los indicadores de pobreza y exclusión y, en su mayoría, homologables con los países más desarrollados de la UE. Las comunidades autónomas y ciudades del sur, por el contrario, muestran tasas muy elevadas.

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