Sáb. Nov 23rd, 2024

La camiseta de Uruguay quemaba. Los jugadores eran acusados de no querer a la patria. De priorizar el dinero que ganaban en sus clubes a “meter la pata fuerte” con la Celeste. Eran tiempos duros. Abundaban los problemas dirigenciales, con el técnico o dentro del propio grupo. No podían ni llamar a su casa.

A Diego Lugano le llamó la atención eso que sentían los jugadores que vivieron aquellos procesos. Le quedó marcado que no le hablaran de la Selección con alegría. Por eso, cuando le tocó estar entendió que era hora de transmitir los pequeños detalles. “Transmití cantar el himno, abrazarnos, ir al Estadio, que es algo único. Es único y lo sentimos solo nosotros. Capaz que es el mejor legado que dejamos…”, expresó el entonces capitán que se despidió de la Selección en el Mundial de 2014.

Y lo hizo siendo fiel a su línea de pensamiento. Traspasando la cinta de capitán a Diego Godín. El día que el equipo iba a salir a la cancha a jugar contra Inglaterra, el Faraón le pidió a Lugano si le ponía la cinta en el brazo.

El Mundial de Qatar 2022 marca el fin de una nueva generación. La de Diego Godín, Luis Suárez, Edinson Cavani, Martín Cáceres y el golero Fernando Muslera. No es una generación cualquiera la que se va. Los referidos jugadores dejan una huella imborrable y lo más importante: un legado. Y lo dejan con ejemplos…

DIEGO GODÍN
El zaguero se transformó en el jugador con más partidos en la historia de la Selección uruguaya. Godín debutó el 26 de octubre de 2005 con la camiseta de su país. Su liderazgo se lo ganó. Lo fueron llevando, como contó el propio Lugano. Primero lo invitaban a las reuniones de los referentes. Luego le pedían opinión. Y finalmente lo llevaban a hablar con los dirigentes para negociar premios.

Con la cinta aprendió que se es capitán de Uruguay siempre. El ejemplo también se traslada. Contó Lugano que cuando jugaba en Turquía formó parte de una trifulca en un partido. Cuando llegó a la Selección el técnico Tabárez le dijo que esa no era la imagen que quería de su capitán. A Godín le pasó lo mismo cuando le pegó una trompada a un rival en un partido contra Perú por las Eliminatorias. Y Suárez también fue protagonista de un ejemplo con la cinta de capitán. En los Juegos Olímpicos de Londres entró al vestuario despotricando contra todo. Tabárez lo agarró y le dijo que un capitán no se dirige así a sus compañeros.

LUIS SUÁREZ
El delantero es el máximo goleador de la historia de la Selección uruguaya. Una bestia que se levantó tantas veces como se cayó. Un jugador comprometido con la causa. Los ejemplos más claros son las veces que llegó lesionado y todo lo que hizo durante el proceso de recuperación para defender a la Selección. Si hasta se dejó operar contrariando lo que le había pedido el Liverpool de Inglaterra.

Como dijo alguna vez Lugano: “Cuando jugás por Uruguay tu club pasa a 15º plano”. De Luis, sus compañeros destacan su espíritu indomable. Una mentalidad a prueba a fuego. Jamás se rinde. Ganador a todo.

Al margen de los aspectos futbolísticos, Suárez deja como legado otros detalles como la sencillez a la hora de tratar a los jóvenes o dejar zapatos para los juveniles. Sus zapatos no se entregan al mejor jugador sino el que tiene las mejores notas en los estudios.

EDINSON CAVANI
Edi es otro referente que termina su ciclo en la Selección. Pese a ser de la misma generación que Suárez, apareció un año después en la mayor. Es el segundo máximo artillero de la Celeste. Cavani es un jugador con un físico privilegiado. Quienes convivieron con él todos estos años en la Selección destacan su profesionalismo. Para que tengan una idea: la sanidad destacó que en todos los viajes Cavani llegaba con los complementos que debía tomar para mantener su potencial físico.

Humilde, silencioso, siempre fue al sacrificio sin elevar la voz. Jamás interpuso su condición de estrella por encima del interés colectivo. El ejemplo más claro fue el rol que cumplió en el Mundial de Brasil marcando a los generadores de juego de Inglaterra e Italia, Steven Gerrard y Andrea Pirlo, respectivamente.

MARTÍN CÁCERES
Es el sexto jugador con más partidos en la historia de la Selección. Es distinto al resto de los defensas porque no ejerce el rol de liderazgo al grado de ser designado capitán, pero se transformó en un pilar defensivo.

Cáceres es capaz de jugar en todos los puestos de la defensa y rendir siempre. Lo mismo ocurre con otro de los jugadores que se retira del combinado tras el Mundial de Qatar como el golero Fernando Muslera. Cuando Tabárez lo convocó por primera vez lo hizo revelando su pensamiento: “quiero un golero para una década”. Muslera cumplió con las expectativas hasta perder el puesto en manos del tricolor Sergio Rochet.

Qatar 2022 marca el adiós para una generación de futbolistas que deja su huella. Y lejos de retirarse sin dejar nada. Se van transmitiendo un firme legado que queda reflejado en una anécdota que contó Oscar Tabárez, en el programa Derechos Exclusivos de Radio Uruguay, del día que recibieron a Lucas Torreira en la Selección.“Yo ya sé que va a ser el jugador más atendido y no por que hablo demasiado, no lo desgasto ni tengo una charla de una hora, porque yo sé que el trabajo bueno para su adaptación lo hacen los propios futbolistas, con más iniciativa de los más grandes, pero todos. Es muy difícil que un jugador nuevo que venga con ganas de aportar no sea bien recibido. Sería algo increíble que pasara”, dijo el entrenador.

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