El primer ministro de Armenia aseguró que la guerra declarada por Azerbaiyán puede tener consecuencias impredecibles y extenderse fuera de la región
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinián, dijo este domingo que Azerbaiyán ha “declarado una vez más la guerra” a todos los armenios y pidió a la comunidad internacional que prevenga una escalada de hostilidades en la región.
Esta mañana Azerbaiyán de nuevo cometió provocaciones a gran escala. Hay víctimas mortales y heridos, también entre la población civil. Al emplear armamento pesado, el enemigo ataca las posiciones del Ejército de Artsaj (nombre armenio de Nagorno Karabaj) en todas las direcciones”, señaló Pashinián en un mensaje televisado a la nación.
En su discurso de algo más de siete minutos, afirmó que el “régimen autoritario de (el presidente azerbaiyano, Ilham) Alíev ha declarado una vez más la guerra a los armenios”.
“Estamos listos para esta guerra porque nos hemos dado cuenta que el odio propagado contra los armenios en Azerbaiyán no podía llevar a otro resultado que el de la guerra”, indicó.
Explicó que se ha decretado la ley marcial y la movilización general porque Azerbaiyán puede “comenzar acciones militares en dirección a la frontera de Armenia y recurrir a provocaciones para desestabilizar la situación en la región”.
En este sentido, instó “al Grupo de Minsk de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) -para el arreglo del conflicto de Nagorno Karabaj- y a toda la comunidad internacional a tomarse en serio la situación”.
“Estamos al borde de una guerra a gran escala en el Cáucaso Sur, que puede tener consecuencias impredecibles. La guerra puede ir más allá de las fronteras de la región y extenderse”, advirtió.
El mandatario también pidió a la comunidad internacional que use su influencia y no permita que Turquía, que apoya a Azerbaiyán, “interfiera en el conflicto” de Nagorno Karabaj.Foto de EFE
En respuesta, el presidente de Azerbaiyán, Ilham Alíev, afirmó que Bakú no entregará sus tierras a nadie y “restaurará la justicia histórica”, mientras que el Ministerio de Defensa informó de una “contraofensiva”, que pretende repeler las “provocaciones armenias”.
Según Bakú, a causa de los disparos desde Nagorno Karabaj han muerto y resultado heridos varios ciudadanos azerbaiyanos, cuyo número sin embargo no precisó.
Armenia por su parte informó de diez militares karabajíes muertos a causa de los ataques azerbaiyanos y al menos dos víctimas – una mujer y un niño – entre la población civil, que comenzó a ser evacuada desde las zonas próximas a la línea de separación de fuerzas.
El conflicto armenio-azerbaiyano se remonta a los tiempos de la Unión Soviética, cuando a finales de la década de los 80 el territorio azerbaiyano de Nagorno Karabaj, poblado mayoritariamente por armenios, pidió su incorporación a la vecina Armenia, tras lo cual estalló una guerra que causó unos 25 mil muertos.
Al término de los combates, las fuerzas armenias se hicieron con el control del Karabaj y ocuparon vastos territorios azerbaiyanos, que llaman “franja de seguridad”, para unirlo a Armenia.
Azerbaiyán sostiene que la solución al conflicto con Armenia pasa necesariamente por la liberación de los territorios ocupados, demanda respaldada por varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Armenia, por su parte, apoya el derecho a la autodeterminación de Nagorno Karabaj y aboga por la participación de los representantes del territorio separatista en las negociaciones sobre el arreglo del conflicto.