Quedaron muy atrás los lujos que Ana Elena Noreña Grass, mejor conocida como Anel, gozó con José José, el «Príncipe de la Canción».
Declarada heredera universal y albacea del fallecido ídolo, Anel vive con lo necesario.
«Mi situación económica cambió muchísimo. Las marcas, la ropa y todo el esplendor de la familia de la artista número uno de México… eso se quedó en mi corazón», dice, en entrevista.
De 76 años, Anel se mantiene actualmente con celebraciones pagadas con un programa de revista, y lleva una vida modesta en un departamento.
La pandemia, sostiene, le enseñó que se es más rico cuando se necesita menos.
Anel y sus hijos Marysol y José Joel asistieron la semana pasada a juzgados de la CDMX, donde se le dio lectura al testamento de José José, con quien estuvo casada de 1976 a 1991.
«Nunca nadie me había heredado nada. Y, la verdad, no sé qué va a ser eso», admite Anel.
«Ni siquiera sé que haya fortuna».
Cuando supo que su nombre estaba en el testamento, sintió una emoción tremenda.
«La alegría de mi corazón fue muy grande, porque comprobé mi vida linda, que sí vivimos un gran amor y que trascendió. Desde los 70, desde que lo conocí, fue mi gran amor».
Mientras la parte legal hace inventarios y avalúos de lo que podría heredar, tanto bienes o posibles deudas del fallecido cantante, ella goza su momento.
Recientemente, el abogado de Sara Sosa, también hija de José José, señaló que el testamento de México no es legítimo en EU.
Las leyes de Florida, donde falleció el cantante, consideran como heredera universal a la última esposa del ídolo,Sara Salazar, explicó el jurista.
«Ese abogado se portó muy grosero con las leyes de mi país, y se me hace que ni es licenciado», critica Anel.