El estadounidense, que fue suspendido por saltarse tres controles antidopaje, vence en los 100 metros con 10.09
Christian Coleman está de vuelta. El velocista, que ya había disputado en suelo estadounidense dos pruebas de 200 m y un relevo de 4×400, regresó en una competición internacional tras su sanción de 18 meses por saltarse tres controles antidopaje.
Fue en Tokio, durante el Golden Grand Prix, una cita del circuito Continental Tour. El estadounidense, subcampeón del mundo bajo techo en los 60 m este invierno, no tuvo demasiada oposición de los rivales en la recta.
Tras protagonizar una serie con 10:13, Coleman, campeón del mundo en los 100 metros, se impuso sin forzar en 10:09 (+0,1m/s) en la final, por delante del japonés Yuki Koike (10:22). Pese a la victoria, el estadounidense se quedó lejor de la mejor marca del año, en poder del keniata Ferdinand Omanyala, que corrió en 9:85 en Nairobi este sábado.
«La idea era venir aquí y tratar de hacer una buena carrera, y siento que lo hice», aseguró Coleman. «Ahora tengo una base sobre la que puedo construir para seguir mejorando».