Los eruditos religiosos destacaron este sábado la seguridad de Afganistán desde la llegada al poder de los talibanes hace casi un año para solicitar el apoyo de la comunidad internacional en la reconstrucción del país.
«El Emirato Islámico (como se autodenominan los talibanes) mantuvo la seguridad en todo el país, eliminó todas las islas de poder, y no supone ninguna amenaza para otros países», dijo Malavi Mujeeb Ur Rahman Ansari, portavoz de los académicos, eruditos y ancianos tribales que durante los últimos tres días celebraron una gran asamblea, o Loya Jirga, en Kabul para discutir sobre el futuro del país.
Por este motivo, los académicos remarcaron la necesidad de que la comunidad internacional, y en especial los países islámicos, «reconozcan al Emirato Islámico como gobierno de Afganistán y construyan relaciones positivas».
Entre sus demandas, solicitan la eliminación de todas las sanciones impuestas y la restitución de los fondos para la reconstrucción de Afganistán, congelados tras la llegada al poder de los fundamentalistas el pasado 15 de agosto.
UNIDAD NACIONAL
El portavoz de los eruditos islámicos llamó a su vez a los líderes talibanes a seguir trabajando por «fortalecer su unidad y mejorar la unidad nacional y proteger el territorio del país y también intensificar la prosperidad económica y evitar la pobreza y el desempleo».
El país debe centrar sus esfuerzos «en la justicia, la educación religiosa, la educación moderna, la salud, la agricultura, las industrias, los derechos de las minorías, los menores, las mujeres y todos los derechos de la nación», enmarcados en la sharía o ley islámica, indicaron.
También defendieron que todas las actividades que vayan «contra este gobierno y el interés nacional» deben ser derrotadas, al igual que aquellos que mantienen relaciones con el Estado Islámico (ISIS).
Los más sabios del país aplaudieron a su vez iniciativas llevadas a cabo por los fundamentalistas tras su llegada al poder, como la prohibición del cultivo de amapola o el proyecto para que personalidades conocidas afganas que viven en el extranjero regresen a Afganistán.
«El gobierno islámico es el logro de los sacrificios y luchas de nuestras últimas cuatro décadas, por lo que no sólo lo apoyamos, también lo defenderemos», concluyó el portavoz.
La gran asamblea de eruditos fue convocada después de que representantes religiosos y miembros de la sociedad civil pidieran a los talibanes organizar la reunión para discutir el futuro del país.
El encuentro, el primero tras la vuelta al poder de los fundamentalistas, fue celebrado a puerta cerrada, sin acceso a la prensa y sin mujeres en la sala, y contó con la atípica aparición del máximo líder de los talibanes, el mulá Hibatullah Akhundzada.
La gran asamblea o Loya Jirga ha sido usada por gobiernos anteriores para pedir consejo sobre decisiones fundamentales del destino de la nación.
Fue la Loya Jirga la que precisamente en 2020 aconsejó al Gobierno depuesto la liberación de cientos de talibanes presos para allanar el camino a un diálogo de paz.