Este jueves, autoridades de México y los Estados Unidos llevaron a cabo un simulacro simultáneo de un ingreso masivo y violento de personas en el Puente Internacional número II.
Los gobiernos de Coahuila y Texas, integraron una misma dinámica de seguridad para atender el flujo migratorio. Este jueves en el Puente Internacional Número Dos llevaron a cabo un simulacro sobre cómo sería atendidas una invasión de peligro sin control en un número importante de migrantes.
Decenas de agentes de la Secretaría de Seguridad Pública, Ejército Mexicano, por el lado de México, así como Guardia Nacional, Coustom And Border Patrol (CBP), por el lado de Estados Unidos, llevaron a cabo un simulacro sobre la llegada abrupta de migrantes, esto ante el fenómeno que ha persistido en las últimas semanas entre Coahuila y Texas.
Cerca de las 12:00 del medio día, al Puente Internacional Número Dos localizado en Piedras Negras, arribó el gobernador Miguel Ángel Riquelme Solís, quien sostuvo una gira de trabajo en la zona fronteriza, acompañado del general Eugenio Alberto Ibarra Flores, comandante de la Once Región Militar, atestiguaron y dieron inicio a las acciones a tomar en caso de que algún número nutrido de migrantes decida cruzar de México a Estados Unidos.
Y es que en las últimas semanas, las carreteras de Coahuila aún son el paso de cientos de mujeres hombre y niños que van a solicitar asilo político al unir principalmente de países de Centroamérica. Estos grupos han ingresado por él sur en miles pero han sido dispersados en el estado, sin embargo, existe un riesgo para las autoridades de que busquen a toda costa llevar a Estados Unidos.
Por el lado de México, personal de la Policía, ingresó al Puente a bordo de patrullas, se colocaron en forma estratégica como segundo frente. Como primero fue personal mixto con militares quienes asemejaron la llegada de hombres por cruzar.
A la par, por el lado de Estados Unidos, los agentes colocaron tres frentes, en el primero elemento del CBP identificaron el número de migrantes, en el segundo la Guardia Nacional con vehículos rápidos y todo terreno, en el tercero utilizaron petardos y bombas de humo para disuadir; ambos estados utilizaron unidades aéreas para vigilar desde el aire la zona.