De acuerdo con las investigaciones, operaba desde el 2009. También hubo detenciones en Perú
Un operativo policial con apoyo de Estados Unidos permitió la captura de una pareja en Ecuador que estaría vinculada a una red internacional de pornografía infantil. La detención ocurrió en Bahía de Caráquez, una ciudad costera en Manabí, a 388 kilómetros de Quito.
De acuerdo con las investigaciones, la red de pornografía infantil operaba desde el 2009. Para el arresto de los individuos participó la Interpol, el Departamento de Investigaciones de Seguridad Nacional, Inmigración y Control de Aduanas (HSI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, la Embajada de ese país en Quito y la Policía Nacional. También, en Perú hubo arrestos relacionados con la misma investigación.
Los agentes policiales allanaron una vivienda donde operaban los detenidos. Los policías decomisaron equipos electrónicos. De acuerdo con la información sobre la investigación, los sospechosos habrían utilizado un sistema darknet, la web oscura. Aunque no hay una definición universal, la darknet funciona a través de una colección de redes y tecnologías que permiten compartir información y otros contenidos digitales mediante la distribución por distintos nodos para preservar el anonimato de quienes difunden y reciben la información.
El operativo que permitió la captura de la pareja se denominó Impacto 139 en Ecuador. La detención y el allanamiento sucedieron en el día y alarmó a los habitantes de la ciudad.
El operativo Impacto 139 es el segundo en un mes que permitió la captura de personas vinculadas a la pornografía infantil. El 22 de junio, en una localidad vecina de Bahía de Caráquez también se detuvo a un extranjero. En el allanamiento que los agentes policiales realizaron, se encontraron dispositivos electrónicos con fotos y videos de menores con contenido sexual. En este caso al detenido se le decomisaron 13 dispositivos. El operativo que se desarrolló el 22 de junio se denominó Transnacional 4.
Las investigaciones y acciones para el arresto de los sospechosos, tanto en Ecuador como en Perú, fueron dirigidas desde Estados Unidos y Europa, donde también se detuvo a otras personas.
La modalidad que usaban los detenidos consistía en contactar a niños y jóvenes entre los 10 y 16 años a través de las redes sociales para luego pedirles fotografías que servían para difundirse. El contacto electrónico con niños y adolescentes con fines sexuales se conoce como grooming.
Se entiende como grooming al contacto de personas adultas con niñas, niños y adolescentes, generalmente para fines sexuales o de extorsión a través de identidades falsas, por las redes sociales, juegos en línea, mensajes, chats, entre otros.
Los niños, niñas y adolescentes son las principales víctimas de este delito transnacional. Además, desde el inicio de la pandemia se ha disparado el número de casos de engaño pederasta, ciberacoso para fines sexuales o grooming en el mundo entero.
Según el Diagnóstico de Violencia Digital de Género de Ecuador, elaborado por el Taller de Comunicación Mujeres y como parte del proyecto Navegando Libres, las denuncias sobre el grooming no han dejado de incrementarse en el Ecuador. Fueron 21 en 2014, 80 en 2015, 108 en 2016, 160 en 2017 y 203 en 2018. Lo mismo ocurre –señala el informe– con la pornografía infantil, que es el segundo delito sexual en el ámbito digital más denunciado en el país. En 2014 se registraron 16 casos pero en el 2018 fueron 105 casos.
Según cifras oficiales, en 2019 se registraron 46 denuncias de pornografía con la utilización de niños, niñas y adolescentes. En 2020, hubo 35 denuncias y en la primera mitad de 2021 existen 37 denuncias, superando el número de denuncias totales del año pasado.
En el ciberespacio, los menores navegan sin supervisión de un adulto y pueden entablar conversaciones con desconocidos que se ganan la confianza de sus víctimas, para después conseguir fotos y videos de contenido sexual que las obtienen con la intención de comercializar este material como pornografía infantil.