Una delegación estadounidense de legisladores demócratas expresó este miércoles a las autoridades mexicanas su preocupación por la inseguridad en el país.
El senador de Connecticut, Chris Murphy, el congresista por Illinois, Jesús García, y la congresista por Missouri, Cori Bush, dijeron en una conferencia de prensa que «los altos niveles de violencia» son motivo de inquietud.
“Hemos compartido con los representantes del gobierno mexicano nuestra gran preocupación por la violencia que afecta a diferentes sectores de la población mexicana, el temor que esto genera en la sociedad y la amenaza a la democracia que representa», dijo el congresista García en un encuentro con los medios de comunicación celebrado en la Embajada de Estados Unidos en México.
El legislador expresó su «preocupación por la militarización de la Guardia Nacional» y señaló que también se lo plantearon a las autoridades mexicanas.
El senador Chris Murphy afirmó que en materia de seguridad ven como positiva la cooperación binacional.
Dijo que una preocupación del Congreso estadounidense es el tráfico ilegal de armas a través de las frontera común.
En materia migratoria, opinó que ve difícil que en lo que resta del año se pueda aprobar algún cambio legal en su país para la protección a los inmigrantes, «dreamers» y solicitantes de asilo.
García coincidió con el llamado hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha pedido a los mexicanos en Estados Unidos que no voten por candidatos republicano qué no apoyen una reforma migratoria.
En tanto, la Secretaría de Relaciones Exteriores informó que el canciller Marcelo Ebrard recibió esta mañana a los legisladores estadounidenses en la sede de la dependencia.
Durante el encuentro se abordaron temas de la agenda bilateral incluyendo migración, relaciones económicas, lazos culturales y cooperación en materia de seguridad. Sobre este último punto, se destacó la relevancia del combate al tráfico de armas como un tema prioritario de la agenda compartida y que afecta gravemente a las sociedades de ambos lados de la frontera, además de fortalecer la capacidad de las organizaciones criminales transnacionales para realizar otras actividades delictivas que tienen impactos económicos y de salud pública, según un comunicado.
El secretario Ebrard recordó que la estrategia de seguridad de México está enfocada en tres obejtivos: reducir la disponibilidad de armas para grupos criminales, disminuir la capacidad de reclutamiento de dichos grupos y bajar el consumo de drogas en México y el tráfico de drogas hacia Estados Unidos.
Al respecto, la delegación visitante presentó los avances en la lucha contra el tráfico de armas de su país, donde se ha llevado a cabo una revisión de la legislación estadounidense que regula el tráfico transfronterizo de armas de fuego y las penas correspondientes para mejorar la aplicación de la ley.
México reiteró la importancia de frenar el tráfico de armas, no solo a nivel gubernamental en cuanto a control y sanciones para consumidores de armas, sino a buscar que las empresas de armas de fuego se responsabilicen sobre sus productos traficados ilícitamente a territorio mexicano, enfatizando la importancia de acciones como el litigio emprendido por la Cancillería en contra de las empresas productoras de armas en Estados Unidos.